El Proceso Artesanal Detrás del Jamón Ibérico

El jamón ibérico es un icono de la gastronomía española, fruto de un proceso tradicional que combina cuidado, paciencia y conocimientos transmitidos de generación en generación. Este manjar no surge por casualidad; cada etapa, desde la cría del cerdo hasta su degustación, es esencial para lograr el sabor y calidad excepcionales. A continuación, desglosamos este meticuloso recorrido paso a paso:

1. Crianza en la dehesa

Los cerdos ibéricos crecen en libertad, alimentándose de bellotas durante la montanera, lo que aporta sabor y una grasa saludable.

2. Salazón y secado

Las patas se cubren con sal marina para conservarlas y potenciar su sabor. Luego, secan en secaderos naturales, donde el clima ayuda a desarrollar sus aromas.

3. Curación en bodega

En bodegas de temperatura y humedad controladas, el jamón madura lentamente entre 2 y 4 años, adquiriendo su textura, aroma y sabor inconfundibles.

4. Clasificación y degustación

El etiquetado garantiza la calidad, desde el ibérico de bellota (etiqueta negra) hasta el de cebo (etiqueta blanca). Para disfrutarlo, corta lonchas finas, sírvelo a temperatura ambiente.