La morcilla negra se elabora a base de sangre de cerdo, arroz y una variedad de especias tradicionales como el pimentón, la cebolla y el ajo, que aportan su característico sabor. Algunos ingredientes adicionales como la pimienta o el clavo de olor le dan un toque especial que varía según la región.
Este producto debe almacenarse en un lugar fresco y seco, y una vez abierto, se debe mantener en el refrigerador. Se recomienda consumirla en un plazo corto tras abrirla para disfrutar de su frescura y sabor óptimos.
La morcilla negra se produce con carne y sangre de cerdo de alta calidad, lo que garantiza un sabor intenso y una textura suave. Las especias y el arroz se mezclan para darle su consistencia y sabor característicos.
Este producto es libre de gluten, apto para personas con intolerancia, y no contiene alérgenos añadidos. Es una opción segura para una amplia gama de consumidores.